jueves, 28 de julio de 2016

PPK: "Quiero una revolución social para el país en próximos cinco años"


El presidente Pedro Pablo Kuczynski manifestó hoy que quiere para el Perú una “revolución social”, que lleve al Perú a ser un país moderno, más justo, más equitativo y más solidario en los próximos cinco años.
Un país moderno significa, según explicó, que las desigualdades entre los más pobres y lo más ricos deben resolverse aumentando el ingreso de los más pobres.
“¿Cómo poner más dinero en el bolsillo de los peruanos? Emparejando el acceso a servicios esenciales que hoy son escasos o inexistentes y, por tanto, extremadamente costosos”, refirió PPK.
Según dijo, ese objetivo será alcanzado también cerrando las brechas en acceso a la salud y seguridad social, poniendo el bienestar de las personas como el objetivo fundamental de cualquier cambio o reforma, y buscando la complementariedad del sector privado con el público.
“Conectándonos, usando tecnologías de información”, añadió, durante su Mensaje a la Nación en el Congreso de la República.
TEXTO ÍNTEGRO DEL MENSAJE
“Buenos Días, a todos
Señora presidenta del Congreso
Excelentísimos jefes de Estado que nos acompañan hoy, vicepresidentes de países que han venido y embajadores.
Congresistas y autoridades constitucionales, cardenal, majestad.
Conciudadanos:
Me presento ante el país, según el mandato de nuestra Constitución, no a rendir cuenta, como haré en los siguientes años, sino a inaugurar el mandato que ustedes me han encomendado. Tengo, pues, un mensaje lleno de esperanza.
Debo agradecer a todos y todas. A los que votaron por mí en la primera vuelta electoral y a los que se unieron a nuestra propuesta en la segunda. Pero también a los que no votaron por nosotros.
A todos los que están representados en este Parlamento, símbolo de la democracia. Quiero asegurar a todos y todo mi agradecimiento y compromiso para que el país entero llegue a la meta de la paz y la unión de los peruanos.
En el Bicentenario de nuestra Independencia, que será en exactamente cinco años, mi deber es que podamos cumplir con los sueños de los fundadores de nuestra República. Sí a la paz, sí a la unión, no al enfrentamiento, no a la división.
¿Y cuál es ese sueño que se convirtió en la promesa de la vida republicana? Libertad e independencia del poder foráneo, para construir un país próspero bajo el imperio de la ley. Igualdad, equidad y fraternidad entre todos los peruanos. Acceso a oportunidades; crecimiento, no sólo económico, sino también humano, a través de una magnifica educación; una prestación de salud sensible a las necesidades de las personas con acceso a prevención, cuidado y atención integral de la salud individual y colectiva; una justicia oportuna y predecible; así como las condiciones de seguridad para alcanzar la anhelada paz en nuestras calles y hogares.
En casi 200 años, el Perú se transformó y logró metas impensadas hace un siglo como reducir drásticamente el analfabetismo o erradicar enfermedades contagiosas y discapacitantes gracias a la vacunación. Los avances son innegables; pero, todos lo sabemos, se necesita más, mucho más.
Debo reconocer los esfuerzos de mis antecesores, pero sobre todo quiero recordar a un gran demócrata: al presidente Fernando Belaunde Terry, a quien serví en sus dos gobiernos, y a cientos de miles de hombres y mujeres que sirvieron a la Patria con honor y honestidad, durante toda la vida republicana; debemos darles a todos un merecido reconocimiento. Pero ahora debemos dar un gran salto, solo con ese salto llegaremos a la modernidad que el Perú anhela, un país justo para todos.
Quiero una Revolución social para mi país. Anhelo que en cinco años el Perú sea un país moderno, más justo, más equitativo y más solidario.
¿Qué significa ser un país moderno? Significa que las desigualdades entre los más pobres y lo más ricos deben resolverse levantando el ingreso de los más pobres.
¿Cómo poner más dinero en el bolsillo de los peruanos, en los hogares de los peruanos? Emparejando el acceso a servicios esenciales que hoy son escasos o inexistentes y, por tanto, extremadamente costosos para los más pobres. Cerrando brechas en el acceso a la salud y la seguridad social y poniendo el bienestar de las personas como el objetivo fundamental de cualquier cambio o reforma. Buscando la complementariedad del sector privado con el público. Conectándonos, usando tecnologías modernas de información.
Ser un país moderno significa ser un país honesto y no corrupto. ¿Y qué significa ser un país sin corrupción? Primero, recuperar mucho dinero para el presupuesto de todos. Pero, también significa establecer una agenda de prioridades fundada en el interés común y no en el de la coima. Para lograrlo necesitamos un Presidente comprometido totalmente en la lucha contra la corrupción. Por ello, no permitiré, especialmente a mis funcionarios y colaboradores más cercanos, caer en la indignidad de la corrupción. Sepan todos que en eso no tendré miramientos. Quien falle acabará ante la justicia, la cual debe ser profundamente reformada.
Necesitamos también una autoridad especial dedicada a luchar contra la corrupción con toda la independencia y autonomía necesarias para poder hacerlo. Y la tendremos con la colaboración de este Congreso. No obstante, es indispensable una sociedad comprometida en la lucha contra la corrupción para que la sociedad denuncie a la corrupción.
Los invito a todos a luchar conmigo contra este flagelo. Especialmente, a esta representación de la sociedad que es el Parlamento, emblema de la democracia.
Ser un país moderno significa ser un país sin discriminación. Seamos conscientes de que somos un país milenario y además cuna de civilización. Con 200 años de República y miles de años de historia. Y una parte de esta historia, nuestra raíz civilizatoria y cultural, ha sido despreciada y marginada. Eso debe cambiar. Está cambiando, pero debe cambiar más rápido y más profundamente.
Ser un país moderno significa tener igualdad de oportunidades para ambos géneros. Esto significa respeto irrestricto a la dignidad de la mujer y a sus derechos, respeto a una vida plena, a un pago igual ante un trabajo igual, y a su integrada participación política en las decisiones y en el gobierno.
Sueño para mis hijos; para mi esposa, que cumplió ayer 20 años de aniversario de matrimonio… un saludo…; sueño para todos nuestros hijos, esta Nación moderna de 1,000 valles dentro de un solo país.
En el 2021, año del Bicentenario, todos los peruanos deberán tener acceso a agua potable de calidad y a desagüe las 24 horas. Pero tengo que ser realista, los programas de inversión pública toman tiempo y creo que si lo hacemos en siete años eso ya será un gran logro. Invito a este Parlamento, al Perú entero, a que proclamemos una política de Estado para que el saneamiento y la salud estén en todos los hogares del Perú.
Sé lo que significa el costo, pero también sé lo que significa en bienestar, calidad de vida, impacto en la salud y ahorro en los bolsillos de los más pobres. El programa generará una tremenda actividad en construcción y en el mismo servicio, lo que generará centenares de miles de puestos de trabajo. Buscaremos las mejores alternativas tecnológicas dirigidas por el Estado para llegar a todos y todas lo antes posible.
El país no tiene tiempo para discusiones ideológicas, porque cinco años es un plazo corto para una tarea titánica que debe comprometer a todo peruano de bien.
Trabajaremos intensamente en salud pública, porque sin salud no hay desarrollo posible. Queremos simplificar y hacer más eficientes los servicios de salud y lo haremos. Hoy están fragmentados, no queremos más colas en los hospitales y puestos de salud. Tendremos un sistema nacional de salud moderno con acceso universal.
En el 2021, año del Bicentenario, quiero que la urgencia de eliminar la anemia en los chicos haya desaparecido por completo y que todo niño tenga acceso al control de su salud y a su vacunación completa. Lucharemos para seguir reduciendo las cifras de la mortalidad materno infantil. El país no puede darse el lujo de perder ni un solo peruano o peruana, ni perder una sola mente brillante porque no recibió lactancia materna, vacunas, alimentación, servicios o porque se embarazó siendo adolescente, y lucharemos contra la tuberculosis, contra el sida, contra los problemas de salud mental, contra la violencia intrafamiliar y contra el cáncer, que hoy es prevenible en gran medida.
Ahí están los heroicos médicos, enfermeras, obstetras y todo el personal de salud pública, haciendo, a veces, trabajo en condiciones dificilísimas; el trabajo de salvar vidas. Con ellos estaremos, con la determinación de mejorar sus condiciones de trabajo y sus remuneraciones, y así poder contar con ellos en los lugares más remotos de este gran país adonde el Estado a veces no llega.
Mi compromiso con la salud pública que se presta en el área rural, en las áreas remotas, viene desde mi infancia. El recuerdo de mi padre, un médico de salud pública, ejerciendo la medicina en los lugares más inhóspitos del país, devolviendo la dignidad a los enfermos marginados, me ha acompañado toda mi vida, No puedo defraudar su legado. No los defraudaré.
En el 2021, año del Bicentenario, todos los niños peruanos tendrán acceso gratuito a educación inicial, primaria y secundaria de calidad, y oportunidades para seguir carreras universitarias y técnicas; así como posgrados en instituciones educativas de prestigio. Y ahí veo a mi futuro ministro de Educación, actual ministro, un aplauso para él, por favor.
Las artes, y en especial la música, a cuyo estudio tanto debe mi formación, serán junto con el deporte y la educación cívica materias obligatorias y promovidas por el Estado; así como las ciencias, las humanidades y el idioma extranjero. Las universidades serán de calidad y serán acreditadas, contribuyendo a cerrar las brechas de profesionales que necesita el país.
Un pueblo educado no se equivoca. Un país de ciudadanos educados defiende sus libertades, tiene oportunidades, respeta al otro, busca la paz. Ante un joven educado, con calidad, se abren centenares de oportunidades, de muchos caminos. Ese es el escenario que busco. Que todos los niños y jóvenes entiendan lo que lean, que todos puedan alcanzar estándares internacionales en matemática, que hablen un idioma internacional científico, como, por ejemplo, el inglés, el chino, el alemán, el japonés, el francés, y que conozcan nuestra cultura milenaria y sus dos grandes idiomas: el quechua y el aimara.
Maestros, ¡cuento con ustedes! Sin ustedes, este sueño no es posible. Pero con ustedes, todo lo es.
En el 2021, año del Bicentenario, viviremos en un país seguro. Un país donde una familia pueda salir a estudiar o trabajar sin temer a que le desvalijen su hogar. Ciudades donde no existan padres aterrados, vigilando el camino de regreso a casa de sus hijos para evitar que los asalten o los maten por robarles un mero teléfono celular.
Quiero compartir el sueño de vivir en ciudades menos enrejadas, menos enjauladas, con más espacios públicos y parques que unan a los ciudadanos en un ambiente libre y seguro. Les aseguro que no quedará crimen impune. Los culpables serán entregados al sistema de justicia reformado.
Tenemos un buen plan y un excelente equipo para ejecutarlo. Un aplauso para los miembros del Gabinete, levántense para que los vean.
Necesitamos que la Policía sepa que todas las reformas se harán para hacer más honorable a esa institución y que también sepa que tenemos fe en el policía profesional, a quien reconocemos y agradecemos por sus servicios. Como lo prometimos en la campaña, sus bonificaciones y los de las Fuerzas Armadas serán adelantados a partir de setiembre de este año, en dos meses, y formarán parte de su sueldo pensionable. Esa fue mi promesa de campaña y la cumpliremos.
Debo agregar que respetaremos siempre la institucionalidad, tanto en las fuerzas policiales como en las Fuerzas Armadas.
En el 2021, año del Bicentenario, se habrá construido infraestructura para el desarrollo como nunca se anticipó. No quiero hacer largas enumeraciones que están en nuestro plan de gobierno. Pero anuncio que tendremos mucha más construcción, ampliación y modernización de aeropuertos, puertos, carreteras nacionales, regionales y locales; trenes, el tren de cercanías alrededor de Lima; gasoductos, y no olvidaré a Iquitos, la ciudad de mi infancia, hoy aislada, a la cual conectaremos por tierra al resto del Perú. Estas grandes inversiones generan trabajo. ¡Todo está listo para empezar. Regiones, sus demandas por obras y progreso son las mías!
Sin embargo, los proyectos, a veces, están atascados en problemas burocráticos que debemos destrabar en los próximos seis meses; así como vamos a eliminar los múltiples obstáculos a la inversión privada, a la cual el Perú recibe y espera con brazos abiertos. Regulamos y exigimos el cumplimiento de toda norma ambiental y recogemos y respetamos la opinión de todos los ciudadanos respecto al impacto de un proyecto.
Sin embargo, buscaremos persuadir y explicar, incluso con mi propia presencia, comunidad por comunidad, los costos y beneficios que la inversión en industrias básicas y extractivas traen en el empleo y en los tributos para bien del país. Necesitamos entendernos como país, enfrentar los conflictos con diálogo, no con enfrentamiento.
No nos iremos contra la voluntad del pueblo. Así lo dije en la campaña y esa es mi promesa.
En el 2021, año del Bicentenario, pagaremos menos tributos pero recaudaremos más. Nuestro plan de formalización del país abre las puertas a todos, sobre todo a las pequeñas empresas, que son la gran mayoría en el Perú, con facilidades para dar acceso a beneficios que hoy no tienen. No es sostenible que dos de cada tres peruanos sean trabajadores informales, sin beneficios.
No solo es ilegal, es profundamente injusto e inmoral que millones de peruanos, dignos trabajadores, no puedan tener acceso ni siquiera a prestaciones de seguridad social o salud de calidad. Sé que es difícil formalizar, pero tenemos un plan para hacerlo por tramos. El programa Tu Empresa generará una verdadera revolución de acceso al crédito formal, reduciendo los altos costos que enfrentan las empresas que hoy generan la mayor parte del trabajo en el Perú.
He prometido que para el término de mi mandato por lo menos el 60 % de los puestos de trabajo, en vez del 30 % hoy, estará formalizado. Ojalá sean más. Sé que el compromiso es muy difícil de cumplir, pero comenzaremos reduciendo el IGV en 1 punto porcentual desde enero del 2017 con un tratamiento tributario especial a la pequeña y mediana empresas que se formalicen. (…) Eso es poner dinero en el bolsillo de la gente. Que entienda el informal que lo hacemos para acercarlo a la ruta hacia la prosperidad.
En el 2021, año del Bicentenario, el agro, el sector rural, donde está la mayor cantidad de pobres del Perú, se habrá transformado. El agro aporta las dos terceras partes de los alimentos que consumimos los peruanos y da empleo a un tercio de la fuerza laboral. Apoyar a los hombres y mujeres del campo significa llevar la verdadera justicia social a los más pobres del país.
Por eso me comprometo a que nadie que ha salido de la pobreza vuelva a ella. Eso es impensable. Nuestros programas sociales son importantes y van a continuar, pero necesitan mejoras y ampliación. Debemos, por consiguiente, implementar programas de desarrollo productivo para asegurarnos de que ningún peruano o peruana vuelva atrás, a la pobreza que ya dejó.
En el 2021, año del Bicentenario, nuestro país será reconocido en el mundo como una democracia en donde se respetan los derechos humanos, en especial los derechos de las minorías, y en donde se cumplen los deberes de los ciudadanos.
Cumpliremos los compromisos pactados a favor de las víctimas de todo tipo de violencia. Queremos ser, ante el mundo, un país serio, un Estado con palabra, que tiene el mejor clima de negocios del continente y adonde todos quieran venir. Ya sea para invertir, construir, colaborar con nuestros programas sociales o revitalizar el turismo que puede ser, en muchos lugares del Perú, un motor para el desarrollo local.
Quiero que el Perú sea un faro de civilización en el Pacífico y Sudamérica, al que todos miren con admiración. Un país que asuma el liderazgo en la cooperación e integración regional, que se vincule con las necesidades y el bienestar de la población de zonas fronterizas, de las cuales no nos ocupamos suficientemente, y que se ocupe, también, de las necesidades de la emprendedora comunidad peruana de migrantes.
Para el 2021, esta es la última referencia al año 2021 para que estén tranquilos, año del Bicentenario, el Perú será miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Nuestro plan de gobierno coincide totalmente con los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda de las Naciones Unidas para el 2030.
Estos son, pues, en resumen, mis compromisos de Estado:

1.        Llevar agua y desagüe a todos los peruanos.

2.        Prestar un servicio de educación pública de calidad, que abra el mundo a millones de jóvenes.

3.        Prestar un servicio de salud pública sensible al enfermo, oportuno y eficaz.

4.        Formalizar el país, hasta el máximo posible.

5.        Construir infraestructura para el desarrollo, que con tanta urgencia necesitamos.

6.        Liberar a nuestra Patria de la corrupción, de la discriminación, de la inseguridad, del delito, luchando con toda transparencia contra estos flagelos históricos.

En pocos días, mi presidente del Consejo de Ministros y su Gabinete se presentarán ante este Congreso de la República para solicitar su confianza, con base en nuestro plan de gobierno. Este plan requiere de algunas medidas legislativas para reactivar el crecimiento sostenido de la economía, poner las bases para nuestro programa de saneamiento y salud pública, combatir la inseguridad ciudadana y crear un sistema anticorrupción en el Estado y en la sociedad.
Estoy seguro de que el Congreso escuchará con atención estas propuestas simples y que yo considero sensatas, y que apoyará los aspectos legislativos de un programa que hemos explicado al país a lo largo de la campaña.

Estos son los sueños que se permite tener un Presidente el día de su juramentación. Mi anhelo es que todos estos sueños sean una realidad compartida con los 32 millones de peruanos que gozarán de sus beneficios.
Sé que puedo hacerlo, pero también sé que no lo puedo hacer solo. Necesito tu ayuda y necesito la ayuda de este Congreso emblemático de la democracia.
Necesito que todos y cada uno de los peruanos y peruanas sepa que no les pido un compromiso con este gobierno, ni con este Presidente, que pasará, como todos. Lo que les pido, lo que urge hacer, es comprometerse con la Patria, con los conciudadanos, con el sueño republicano que hace casi 200 años tuvieron para todos nosotros los fundadores de la Independencia del Perú. Repito aquí hoy la frase que fundó nuestra Patria: Una sola República, firme y feliz, por la unión.

¡Viva el Perú!”

(Fuente: Andina)


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Final de una injusticia


Por: César Lévano(*)

Hoy recobró la libertad Gregorio Santos, el dirigente popular de Cajamarca, una región en que la economía, el Poder Judicial y los medios de comunicación son manejados por una gran empresa.
Santos ha estado preso desde mayo de 2014 bajo la acusación de cohecho pasivo, asociación ilícita para delinquir y colusión en agravio del Estado.
Entre los cargos que pesan sobre Santos está el de haber favorecido durante su gestión como gobernador al empresario Wilson Vallejos para que se le encomendaran diversas obras en la región Cajamarca.
Más allá de lo que el proceso judicial pueda probar, es evidente que Santos fue víctima de una injusticia. Personas con cargos parecidos o más graves no han sufrido un encarcelamiento tan duro. Consta que la jueza Zaida Pérez Escalante, del Segundo Juzgado de Instrucción Preparatoria, había decidido prolongar por siete meses la prisión de Santos. La Sala Penal Nacional de Apelaciones decidió dejar sin efecto esa sentencia.
Estando en la cárcel, Santos fue favorecido por el voto cajamarquino en dos elecciones. En octubre de 2014 fue reelegido gobernador de su región con 45 por ciento de los sufragios. No pudo asumir el cargo por estar tras las rejas.
En las elecciones generales recientes candidateó a la presidencia de la República, rompiendo así la posibilidad de una candidatura unida de las fuerzas de izquierda y progresistas. Esa táctica, fruto de empecinamiento individual y error de cálculo, hizo que Aldo Mariátegui, el hombre que propone extirpar a la izquierda en el Perú, considerara que a Santos había que levantarle un monumento por haber impedido así que la candidata roja pasara a la segunda vuelta.
La magra votación que obtuvo Santos obedeció, entre otros factores, al carácter puramente local de sus planteamientos y al hecho que no aprovechó la prisión para formular un proyecto nacional.
La libertad de Santos no significa el final del juicio contra él. La etapa investigatoria ha durado demasiado, signo sin duda de presiones e intereses políticos.
Sin embargo, las autoridades judiciales dicen que todavía falta el análisis de la abundante información recopilada, así como algunas pericias. El hecho es que el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) ha purgado ya, sin sentencia, una pena prolongada y discriminatoria.

Bueno es anotar que la excarcelación de Santos se produce en días en que diversas organizaciones sociales preparaban marchas para exigir su libertad.
(*) Director del diario Uno.

Santos sale libre y denuncia abuso de prisión preventiva


El exgobernador de Cajamarca y excandidato presidencial salió ayer en libertad y denunció los abusos que se cometen utilizando la prisión preventiva, que mantiene entre rejas a la mayoría de los reclusos del país, y planteó la necesidad de un debate sobre la draconiana modalidad.
Luego de permanecer 25 meses en prisión preventiva, sin que la Fiscalía haya aportado las pruebas necesarias para sustentar las acusaciones que le formularon, Santos dijo que solo ha recuperado el derecho de defenderse en libertad en los 100 procesos judiciales abiertos en su contra, según señaló.
Posteriormente, se dirigió a la Plaza San Martín, adonde llegó alrededor de las 4 de la tarde, y denunció que de 77 mil presos que hay en el Perú, 60% se encuentra con prisión preventiva, de manera abusiva y arbitraria. “La justicia está fallando en la base, en los jueces de instrucción preparatoria y en los fiscales”, aseveró.
DEBATE NACIONAL
En tal sentido, Santos opinó que debe realizarse un debate nacional en torno a lo que significa la prisión preventiva en el Perú, medida que en su caso -dijo- le impidió ejercer el cargo de gobernador regional de ese departamento.
Manifestó que solo las dictaduras apresan sin juzgar, sin que haya sentencia de por medio, y por eso “nosotros hemos venido a recuperar la democracia”, remarcó Santos.
Santos abandonó el penal Piedras Gordas 1 de Ancón, ayer a las 2 de la tarde, después de que, el martes, el tribunal aceptara que lleve el proceso con comparecencia restringida, al señalar que las circunstancias que motivaron su prisión preventiva habían cambiado.
Además, el tribunal le fijó una fianza de 100 mil soles que, según Santos, no podrá pagarla porque él no tiene dinero, por lo que tendrá que apelar. “Solo estoy recuperando mi libertad, que nunca me debieron quitar”, advirtió.
ASUMIRÁ GOBIERNO REGIONAL
Afuera del penal lo esperaban el congresista Jorge Rimarachín y Andrés Alcántara, presidente de Democracia Directa (DD), el partido que lo postuló como candidato presidencial en las elecciones generales de 2016, así como numerosos simpatizantes de su agrupación política.
Allí, Santos agradeció todas las muestras de solidaridad que recibió de pobladores cajamarquinos, y aseguró que la figura de la prisión preventiva en el Perú está distorsionada y se ha convertido en un instrumento de “venganza política”.
Su abogado, Fernando Ugaz, indicó que con la revocatoria de prisión preventiva, su patrocinado podrá ocupar el sillón del Gobierno Regional de Cajamarca.
“Ya no hay nada pendiente, ya no hay más pedidos (de prisión preventiva). Esto significa en la práctica que el señor Gregorio Santos va a poder enfrentar su proceso en libertad, ir al juicio, a las audiencias, en plena libertad”, concluyó.
ADEMÁS

La Sala Nacional de Apelaciones del Poder Judicial declaró nula la ampliación de la prisión preventiva en contra de Gregorio Santos, quien -en adelante- deberá afrontar los procesos en su contra bajo el régimen de comparecencia restringida.

sábado, 23 de julio de 2016

Estos son los 130 congresistas electos para el periodo 2016-2021


Fuerza Popular obtiene la mayoría (73), Frente Amplio será segunda fuerza (20), seguida de PPK (18), Alianza para el Progreso (9), Acción Popular (5) y el APRA (5).
La siguiente legislatura tendrá en la mayoría a Fuerza Popular (FP), partido liderado por Keiko Fujimori. Tendrá el control del Congreso, con 73 miembros.
La primera minoría del parlamento corresponde al Frente Amplio (FA), liderado por Verónika Mendoza, que tendrá 20 representantes y Peruanos por el Kambio ocupará 18 escaños. Con menos presencia se encuentran Alianza para el Progreso con 9; Acción Popular con cinco miembros; y Alianza Popular, cuyos cinco miembros en el Congreso son militantes del Partido Aprista.
Esta es la distribución de los escaños en el Congreso. Estos 130 nuevos congresistas juran este viernes, y asumirán funciones desde el 27 de julio.
Amazonas
Miguel Castro (FP)
Marita Herrera (FP)
Áncash
Carlos Domínguez (FP)
María Cristina Melgarejo (FP)
Yesenia Ponce (FP)
María Elena Foronda (FA)
Eloy Narváez (APP)
Apurímac
Dalmiro Palomino (FP)
Richard Arce (FA)
Arequipa
Ana María Choquehuanca (PPK)
Sergio Dávila (PPK)
María Aramayo (FP)
Miguel Román (AP)
Horacio Zeballos (FA)
Justiniano Apaza (FA)
Ayacucho
Miky Dipas Huamán (FP)
Edyson Morales Ramirez (FA)
Tania Pariano (FA)
Cajamarca
Osías Ramírez Gamarra (FP)
Carlos Humberto Ticlla (FP)
Segundo Tapia (FP)
Wilmer Aguilar (FP)
César Vásquez (APP)
Marco Arana (FA)
Callao
Víctor Albrecht Rodríguez (FP)
Francisco Villavicencio Cárdenas (FP)
Estelita Bustos Espinoza (FP)
Janet Sánchez Alva (PPK)
Cusco
Wilbert Rozas Beltran (FA)
Edgar Ochoa Pezo (FA)
Armando Villanueva (Acción Popular)
Nelly Cuadros (FP)
Benicio Ríos (APP)
Huancavelica
Zacarias Lapa (FA)
Wuilian Monterola (FP)
Huánuco
Guillermo Bocangel (FP)
Karina Beteta (FP)
Rogelio Tucto (FA)
Ica
Miguel Ángel Elías (FP)
César Segura (FP)
Betty Anaculi (FP)
Alberto Oliva (PPK)
Junín
Sonia Echevarría (FP)
Federico Pariona (FP)
Israel Tito (FP)
Mario Canzio (FA)
Moises Bartolome Guia (PPK)
La Libertad
Daniel Salaverry (FP)
Octavio Salazar (FP)
Rosa Bartra (FP)
Luis Yika (FP)
Richard Acuña (APP)
Gloria Montenegro (APP)
Elías Rodríguez (Alianza Popular)
Lambayeque
José Palma (FP)
Héctor Becerril (FP)
Liliana Takayama (FP)
Javier Velásquez Quesquén (Alianza Popular)
Clemente Flores (PPK)
Lima provincias
Elard Melgar (FP)
Gladys Andrade (FP)
Percy Alcala (FP)
Lizbeth Robles (FP)
Loreto
Patricia Donayre  (FP)
Juan Carlos del Águila (FP)
Tamar Arimborgo (FP)
Jorge Meléndez (PPK)
Madre de Dios
Modesto Figueroa Minaya (FP)
Moquegua
Vicente Zeballos (PPK)
Mario Mantilla (FP)
Pasco
Clayton Galván (FP)
Roy Ventura (FP)
Piura
Karla Schaefer Cuculiza (FP)
Luis Lopez Vilela (FP)
Martires Lizana Santos (FP)
Freddy Sarmiento Betancourt (FP)
Maritza García Jiménez (FP)
Hernando Ceballos (FA)
Marisol Espinoza Cruz (APP)
Puno
Oracio Pacori (FA)
Edilberto Curro (FA)
Alberto Quintanilla (FA)
Lucio Ávila (FP)
Moíses Mamani (FP)
San Martín
César Villanueva Arevalo (APP)
Rolando Reátegui Flores (FP)
Gilmer Trujillo Zegarra (FP)
Esther Saavedra (FP)
Tacna
Guillermo Martorell (FP)
Jorge Castro (FA)
Tumbes
Bienvenido Ramírez (FP)
Juan Carlo Yuyes (FP)
Ucayali
Glider Ashñahua Huasanga (FP)
Carlos Tubino (FP)
PROVINCIA DE LIMA
Fuerza Popular: 15
Kenji Fujimori
Cecilia Chacón
Yeni Vilcatoma
Luz Salgado
Lourdes Alcorta
Marco Miyashiro
Edwin Vergara
Luis Galarreta
Leyla Chihuán
Juan Carlos Gonzales
Úrsula Letona
Miguel Ángel Torres
Paloma Noceda
Francisco Petrozzi
Milagros Salazar
peruanos por el kambio: 10
Mercedes Araoz
Carlos Bruce
Salvador Heresi
Gilbert Violeta
Juan Sheput
Pedro Olaechea
Guido Lombardi
Alberto de Belaunde
Roberto Vieira
Gino Costa
frente amplio: 3
Marisa Glave
Manuel Dammert
Indira Huilca
 Alianza Popular: 3
Mauricio Mulder
Jorge del Castillo
Luciana León
 Acción Popular: 3
Víctor García Belaúnde
Yonhy Lescano
Edmundo del Aguila
Alianza Para el Progreso: 2
Edwin Donayre
Julio Rosas


130 congresistas juraron en medio de confrontaciones


Indira Huilca de la bancada Frente Amplio juramentó"por la memoria de Pedro Huilca, de los estudiantes asesinados en La Cantuta y por todas las víctimas de la dictadura fujimorista que aún buscan justicia, sí juro”.

 Kenyi Fujimori, aprovechó la ocasión, que le daba la atención de las cámaras, para reiterar que declinaba postular a la Mesa Directiva del Congreso, y reafirmaba que no iba a interferir con el partido. 

Escribe: Patricia Hoyos
Como si fuese el primer día de clases, el 22 de Julio había rostros nuevos y otros conocidos en el hemiciclo del Congreso. No vestían uniformes, pero sí trajes de estreno y los zapatos con lustre. Las carpetas eran las mismas, pero los lugares cambiaron para sorpresa de muchos. Lo que no llamó la atención fueron, sin embargo, los desafíos y confrontaciones.
Eran las 9 a.m. y faltaba una hora para que inicie la sesión de juramentación de los 130 parlamentarios elegidos para el periodo 2016-2021. Los primeros rostros en aparecer fueron los de los congresistas Luis Galarreta y Daniel Salaverry, de Fuerza Popular, quienes fungieron de anfitriones para sus colegas de bancada. Jorge del Castillo, del Apra, llegó y tomó su lugar al extremo derecho del Hemiciclo, en donde optó por leer un libro mientras esperaba el inicio de la ceremonia.
Ya instalada en su escaño, Lourdes Alcorta revisaba los diarios, especialmente las columnas de opinión y las entrevistas. Mientras que a su lado, un grupo de sus colegas fujimoristas intentaba tomarse un 'selfie' con la próxima presidenta del Congreso, la fujimorista Luz Salgado.
Al frente de las curules naranjas, los miembros del Frente Amplio empezaban a tomar su lugar. Primero lo haría Tania Pariona, congresista quechuahablante de Ayacucho, quien vestía un traje típico. Luego aparecerían Marisa Glave y Marco Arana.
Los oficialistas Güido Lombardi y Gino Costa, de Peruanos Por el Kambio; así como Victor A. García Belaunde y Yonhy Lescano, de Acción Popular, también llegarían minutos antes de la hora pactada.
EL DISCURSO DE KENJI
El evento que estaba convocado para las 10 de la mañana, se inició con veinte minutos de retraso. La Junta Preparatoria, presidida por Kenji Fujimori e integrada por Justiniano Apaza y José Palma, apareció en el Hemiciclo ante la expectativa de los parlamentarios.
Ya todos se encontraban en su lugar, cuando de pronto Fujimori Higuchi colocó un papel sobre el podio de la Mesa Directiva e inició un discurso político por casi cinco minutos, rompiendo con todos los protocolos. El hermano de Keiko Fujimori aprovechó la ocasión, que le daba la atención de las cámaras, para reiterar que declinaba postular a la Mesa Directiva del Congreso, y reafirmaba que no iba a interferir con el partido.
Asimismo, y ante la presencia de su madre, Susana Higuchi, en las galerías, reconoció el liderazgo de Keiko en Fuerza Popular y ensayó un intento de zanjar en público las discrepancias con la ex candidata presidencial que, en realidad, no han sido resueltas.
El discurso partidario fue interrumpido por Víctor García Belaunde y Mauricio Mulder. A gritos, ellos le pidieron que se limite a conducir la juramentación. Kenji ni se inmutó, menos aún cuando la bancada fujimorista le expresó su respaldo con aplausos.
El incidente hizo presagiar que Fuerza Popular, con sus 73 congresistas, manejaría la ceremonia a su antojo, en un anticipo de lo que será el quinquenio. Pero la presencia de los 20 legisladores del Frente Amplio fue crucial para revertir el escenario adverso.
LOS JURAMENTOS
Por casi seis horas, se escucharon los juramentos. Desde el protocolar "juro por Dios y por la patria" hasta las alusiones a "la defensa de los más pobres", "la región que me eligió", "mis fallecidos progenitores", "la memoria de mi líder político", "la lucha contra la corrupción y el terrorismo" y a "las víctimas del régimen del ex presidente Alberto Fujimori".
Esta última frase fue parte del juramento de Marisa Glave, quien recordó el caso de las esterilizaciones forzosas, pero también la dijo su colega de bancada Indira Huilca.
"Por la memoria de Pedro Huilca, de los estudiantes asesinados en La Cantuta y por todas las víctimas de la dictadura fujimorista que aún buscan justicia, sí juro”, manifestó la joven legisladora ante el rostro desencajado de Kenji Fujimori, pues fue durante el gobierno de su padre cuando asesinaron al dirigente sindical de la CGTP.
Huilca logró salir airosa pese a los abucheos de los fujimoristas y de sus portátiles que acapararon el segundo y tercer nivel del Hemiciclo.
Martha Flores, madre de Indira, no pudo evitar derramar lágrimas pues ella considera que el asesinato de su esposo fue ejecutado por el Grupo Colina y por orden de Alberto Fujimori.
Una vez en su escaño, Huilca recibiría el respaldo de Marco Arana, Hernando Cevallos, Edilberto Curro, entre otros representantes del Frente Amplio. Estos dos últimos parlamentarios juraron por la memoria del Amauta Mariátegui, con el puño izquierdo levantado como lo hizo en el 2011 el fallecido legislador Javier Diez Canseco.
Durante la ceremonia, se escuchó a la fujimorista Tamar Arimborgo, congresista por Loreto, jurar "por el indulto humanitario del ex presidente Fujimori", pese a que él está preso por delitos de lesa humanidad. Trascendió que, luego de su mensaje, en la bancada naranja se dio una orden para que ningún otro parlamentario se refiera a ese tema.
Luego de la ceremonia, Arimborgo dijo a La República que su juramento fue solo un deseo suyo, por lo que descartó que vaya a presentar un proyecto de ley para intentar liberar a Alberto Fujimori.
Algunos de los 'nuevos rostros' del partido de Keiko Fujimori, como Úrsula Letona, juraron "para que nunca vuelva el terrorismo al país"; en tanto que Yeni Vilcatoma dijo que "realizará una lucha frontal contra la corrupción".
En cuanto a Cecilia Chacón, ella prefirió invocar la reconciliación. Incluso Luz Salgado se mostró más prudente y solo dijo "Sí, juro".
También juraron por el fujimorismo varios congresistas investigados, como Moisés Mamani, quien habría falsificado sus actas de estudios; y Modesto Minaya, vinculado con la minería ilegal.
Los oficialistas de Peruanos Por el Kambio, a excepción de Juan Sheput, optaron por el "sí, juro" y por evitar referirse a algún tema específico.
"Juro por el Bicentenario, por el partido de gobierno y para que se cumplan los planes de los padres fundadores de la patria", expresó.
A su turno, el acciopopulista Yonhy Lescano apareció en escena con una lampa, el símbolo de su agrupación política, en la mano derecha. Él y los otros cuatro miembros de esta bancada juraron por la memoria de Fernando Belaunde Terry.
Igual, los cinco congresistas electos por el Partido Aprista juramentaron por la memoria de su líder histórico. "Por Haya de la Torre y por los mártires del Apra, sí, juro", manifestó Mauricio Mulder.
En tanto, César Villanueva, de Alianza Para el Progreso, juró por la descentralización, mientras que Marisol Espinoza lo hizo por su región, Piura; y Richard Acuña por el partido de su padre. Es evidente que ellos fueron solo espectadores del fuego cruzado entre Frente Amplio y Fuerza Popular.
ASÍ JURARON
Marco Arana
Frente Amplio
Por los guardianes de la laguna, las rondas campesinas y los sectores de la Pachamama, con el pueblo sí podemos. Sí, juro.
Estelita Bustos
Fuerza Popular
Por Dios, por el Perú, por el Callao y la lucha frontal contra el maltrato animal. Sí, prometo.
Jorge del Castillo
Apra
Juro por la memoria de Víctor Raúl Haya de la Torre y la sangre de los mártires del aprismo.
Tania Pariona
Frente Amplio
Por nuestros pueblos quechuas, aimaras y amazónicos, por su dignidad y el buen vivir. Asimismo, porque no tengamos terrorismo de ningún tipo, ni subversivo ni de Estado. Sí, juro.
Janet Sánchez
Peruanos Por el Kambio
Juro por Dios y por la Patria. En memoria de mi padre y por un Callao querido y pacífico.
Tamar Arimborgo
Fuerza Popular

Por Dios, por el indulto humanitario a Alberto Fujimori y por la reconciliación de mi amado Perú, sí, prometo.

domingo, 17 de julio de 2016

¿PPK quiere gobernar con el eco del pueblo?



Por: Luis Eloy Plasencia Torres.

El 28 de junio, a un mes de asumir la Presidencia, el economista Pedro Pablo Kuczynski, recibió las credenciales de parte del Jurado Nacional de Elecciones que lo convierten, oficialmente, como Presidente de nuestro amado Perú.
En ceremonia realizada en el Teatro Municipal de Lima, PPK invocó a la unión y consenso a todos los peruanos y se comprometió a trabajar para que la mejoría de la economía del país sea utilizada en el progreso social.
Es necesario igualar el desarrollo de las provincias con la capital. De igual forma, la calidad de la educación estatal con la privada. Hay que mejorar los servicios sociales básicos que debe tener todo ciudadano, dijo.
“El objetivo de mi gobierno será lograr un país moderno, justo e igualatorio”, enfatizó Kuczysnski.
La intención del flamante Presidente de la República suena noble, de igual modo el llamado que hace a la Nación para trabajar por un nuevo Perú.
Sin embargo al oír sus propuestas y promesas, hay preguntas que brotan de inmediato: ¿Cómo logrará PPK unir a todos los peruanos para consensuar acciones que impulsen el desarrollo del país, si su tienda política solamente cuenta con 18 de los 130 congresistas? ¿Cómo logrará  el apoyo de la oposición fujimorista que tiene 73 parlamentarios en el Congreso, máxime si éstos no asistieron a la ceremonia de entrega de credenciales, pese haber sido invitados?
Bueno, el nuevo inquilino de Palacio de Gobierno ya hizo la invitación y dice que seguirá tendiendo puentes.
Y uno de esos puentes -anchos y diplomáticos- es la reciente Cumbre Descentralizada llevada a cabo en la ciudad del Cusco donde propuso una alianza a los gobiernos regionales y locales. En la ceremonia estuvieron presentes 23 gobernadores regionales y más de 700 alcaldes provinciales y distritales quienes acordaron apoyar a Kuczynski.
Allí el Jefe de Estado electo les dijo: “Yo les pido que hagamos una alianza cuyo eco llegue al Parlamento, a la avenida Abancay. El eco es el Perú unido para hacer las obras que necesitamos”.
El mensaje es claro y contundente: PPK quiere fortalecer su gobierno con la participación y apoyo de las regiones y municipalidades para realizar esa “revolución social” que ha prometido al recibir sus credenciales.
Y ello es saludable, porque daría participación a los pueblos del interior del país -a través de sus autoridades- en la toma de decisiones para reformar el país, con lo cual se escribiría un nuevo capítulo de la Descentralización que se ha quedado trunca.
Entonces tanto los gobiernos regionales como municipales tendrían más competencias y funciones y, sobre todo, mayor presupuesto con lo que se estarían sentando las bases de ese país moderno e igualitario del que nos habla PPK. Siempre y cuando exista un control y supervisión de las inversiones que deben ser hechas en forma responsable.
Aunque esta propuesta es positiva, no es tan fácil aplicarla, porque el Gobierno Central tendría que atender demandas de una ley de descentralización, normas de reordenamiento territorial, entre otros requerimientos de las regiones que buscan mayor autonomía y eficacia en el ejercicio del poder.
Así, con éstas y otras adversidades, la iniciativa de una alianza del gobierno de PPK con las regiones merece aplausos. Todo es posible cuando las autoridades y el pueblo se unen. Dejemos a un lado resentimientos y escepticismos y pongamos el hombro para forjar un nuevo Perú.

Pero si las palabras y promesas de PPK sólo son cantos de sirenas, unámonos más para que nuestro eco llegue hasta Palacio de Gobierno. 

2018, Julio


Por: Martín Tanaka
¿Cómo se verán las cosas el 28 de julio de 2018, al empezar el tercer año de gobierno, cuando los grupos políticos tengan en mente a las elecciones regionales y municipales de octubre de ese año? Recordemos que Toledo, García y Humala empezaron sus gobiernos con aprobaciones superiores al 55 – 60%, y al iniciar el tercer año habían ya caído a un 30% Humala, 25% García y a un 10% Toledo. Además, Toledo inició su presidencia con 46 congresistas, y al inicio del tercer año solo contaba con 40 (terminó con 34); Humala empezó con 47, al inicio del tercer año tenía solo 35 y terminará con 28 (el APRA sí empezó y terminó con 36 miembros durante su segundo gobierno).
El perfil tecnocrático del presidente electo y de sus colaboradores más cercanos anuncia el desafío de tener un buen manejo político, especialmente en la relación con la oposición parlamentaria fujimorista y con la oposición en las calles de las regiones y de la izquierda. En un contexto económico y político más complicado, está el riesgo de un desgaste rápido, de la pulverización de una bancada pequeña y de la desaparición electoral prematura del partido PPK en 2018. Recordemos que Perú Posible presentó candidatos a las elecciones regionales de 2002 y 2006, pero obtuvo apenas el 13.5 y luego el ¡1.6!% de los votos totales, respectivamente, y solo un triunfó en el Callao en 2002. El APRA presentó candidatos en las elecciones de 2010, obtuvo el 9.5% de los votos totales y solo un triunfo en La Libertad. Y el Partido Nacionalista ni siquiera presentó candidatos a las últimas elecciones regionales. En las tres ocasiones, la debacle regional fue el anticipo del desastre electoral de Perú Posible en 2006, del APRA en 2011, y del Partido Nacionalista en 2016.
Por ahora los actores están presionados a mostrarse, desde la oposición, colaboradores y constructivos, y desde el gobierno, audaces y decididos. Pero, muy rápidamente el previsible desgaste del gobierno y el horizonte de las elecciones de 2018 empujarán al gobierno a ser más concesivo y concertador, y a la oposición a marcar distancias con este. El Frente Amplio se juega en 2018 la credibilidad que necesita para el 2021 y el fujimorismo necesitará demostrar que sigue siendo una opción vigente, a pesar de sus dos derrotas presidenciales sucesivas. El juego es más fácil para el primero, que puede asumir un papel opositor más neto, mientras que el segundo está obligado, desde su mayoría parlamentaria, también a sostener al gobierno (sin sus votos no sobrevive). Seguramente recordaremos la figura del Consejo de Ministros de Pedro Cateriano como una ilustración de esta situación. Y tanto el Frente Amplio como el fujimorismo intentarán no ser rebasados como parte del sistema desde fuera del parlamento, por grupos como el de Julio Guzmán, por ejemplo.
Para el gobierno, entonces, es clave mantener margen de juego, para lo cual necesitan habilidades políticas, no solo tecnocráticas; para la oposición, prepararse para el 2018, trampolín para el 2021. Un comentario breve sobre el fujimorismo: deberá no solo sostener al gobierno y ejercer un control opositor. Está obligado, además, a poner su mayoría al servicio de la implementación de reformas importantes. Un excelente referente: la ley universitaria y la de institutos superiores impulsadas por Daniel Mora, iniciativas que provienen claramente de un liderazgo parlamentario, no del poder ejecutivo. Mejor si se comprometen con iniciativas encaminadas a reformar el Estado y las instituciones democráticas. Sería bueno para el país y para sus esfuerzos de “conversión democrática”.



Hoja de Ruta laboral de PPK


Por: Enrique Fernández-Maldonado.
 Recordemos que para remontar y finalmente triunfar en segunda vuelta, Peruanos Por el Kambio (PPK) mantuvo encuentros con diferentes frentes y organizaciones sociales, con los cuales se comprometió a implementar medidas específicas. Listamos acá las relacionadas al ámbito laboral.
En primer lugar está el comunicado público que difundiera el 1° de mayo, a propósito del Día del Trabajador. De los ocho puntos que conforman el pronunciamiento, destaco “la creación de 3 millones de nuevos puestos de trabajo formales con todos sus derechos”; “el incremento progresivo de la remuneración mínima vital, mejorando la productividad”; “el incremento salarial del sector público, especialmente de los policías, médicos, militares y profesores”. En este comunicado se habla “de mejorar las pensiones de jubilación de los beneficiarios de (la leyes) 1990 y 20530”.
Otros puntos tratados en este comunicado coinciden con los acuerdos firmados con la CGTP el 17 de mayo. Con la central sindical los compromisos se enfocaron en los derechos colectivos. El respeto a la autonomía sindical y de los derechos a la negociación colectiva y la huelga, especialmente en los regímenes laborales especiales. La adecuación de la legislación del sector público a las observaciones hechas por el Tribunal Constitucional a la Ley Servir. La aprobación de una Ley General del Trabajo, el gran pendiente de la transición democrática.
Días antes, el 11 de mayo, se reunió con la Federación de Trabajadores de Construcción Civil. En la sede sindical de Cangallo, PPK suscribió la “Declaración por el crecimiento, la seguridad y los derechos laborales en el sector de la construcción”, donde se compromete a promover la reactivación económica, el respeto a los derechos laborales y la lucha contra las mafias en el sector construcción. El documento fue suscrito por dirigentes sindicales y empresarios del sector, en lo que representa uno de los gestos de diálogo social más importantes en los últimos años.
A nivel internacional están las exigencias hechas por el Departamento de Trabajo norteamericano al Estado peruano, en el marco del capítulo laboral del TLC. De acuerdo al informe presentado por la Oficina de Asuntos Comerciales y Laborales (OTLA) en diciembre último, el gobierno peruano tiene plazo hasta fin de año para realizar un conjunto de medidas orientas a regular mejor la contratación temporal en el sector exportador y a fortalecer las capacidades inspectoras de la Autoridad de Trabajo.
Sobre este punto no se debatió en la última campaña. Pero, sin duda, será una piedra en el zapato de la próxima gestión, que estará entre la espada (las presiones empresariales por no modificar la legislación vigente) y la pared (los estándares comprometidos con nuestros socios comerciales y la continuidad de los beneficios arancelarios).

Cada uno de estos acuerdos servirá de termómetro para evaluar al nuevo gobierno en su relación con los sectores involucrados. Mal haría PPK en convertir estas demandas y compromisos en letra muerta, más cuando la gobernabilidad del país depende en gran medida del humor de la calle.

Bisagra oxidada


Por: César Lévano.

Los cinco congresistas electos del Apra son las estrellas del poder mediático. Aparecen varias veces al día en televisión, diarios y revistas, como si su partido no fuera el gran perdedor de las elecciones. Ahora se ofrecen como bisagra entre la mayoría fujimorista del Congreso y el Ejecutivo presidido por Pedro Pablo Kuczynski. Parecen ignorar que, más que una bisagra son, electoralmente, la última rueda del coche.
La cúpula aprista gozó de la misma preferencia durante la campaña electoral. Pero ni con eso pudo borrar su merecido desprestigio en la opinión pública. Los amos de los medios casi no toman en cuenta a los que sí tienen simpatías en la ciudadanía, y que están en pleno desarrollo. No se debe olvidar que algunos de esos medios afirmaron, respecto a la gigantesca marcha contra Keiko Fujimori, que había pocos manifestantes. No hay peor ciego que el que no quiere ver (televisión, su propia televisión).
Cabe recordar que una bisagra consta de dos partes. Una fija y la otra móvil. Pero el mecanismo no funciona si está oxidado.
En lo político hay que precisar que el aprismo es desde hace años un aliado del fujimorismo. Su papel, más que de bisagra, será sin duda de cómplice de la bancada del fujimorato.
Jorge del Castillo, uno de los artífices del descrédito y derrumbe del aprismo, ha sido explícito respecto a la ambición bisagrera. “Lo interesante es que esta bisagra no solamente servirá al Ejecutivo y al Legislativo”, ha dicho, sino también entre una bancada y otra para buscar niveles de entendimiento”.
El congresista que benefició a las grandes mineras, al impedir, a la cabeza de la bancada aprista, que se impusiera el impuesto a las sobreganancias, sabe qué entendimientos pueden beneficiarlo.
Daniel Santoro, el maestro del periodismo de investigación en América Latina, planteó en el libro Los grandes desafíos del periodismo (2009) esta pregunta: “¿Por qué hablo de los poderes de hecho, de los empresarios que han cooptado el Estado?”. Respondió con esta anécdota, que encierra una advertencia:

“La revista Noticias de Argentina entrevistó al cocinero de la residencia presidencial de Olivos. Naturalmente, le preguntaron por los gustos gastronómicos de los ex presidentes Menem, de la Rua y los Kirchner. La última pregunta que le hicieron a este hombre, que cocinó para el poder durante 30 años, fue cuál era su conclusión después de estar todos esos años sirviendo a los presidentes en Argentina. ´Aquí, lo que me llama la atención, dijo el cocinero, es que el anfitrión cambia muy seguido, pero los invitados son siempre los mismos`”.